viernes, 23 de julio de 2010

.::Bajo::.

Es importante en la música el estímulo, no hablo del económico (que sí es muy importante también). Son días en los que añoro otras tocadas que he tenido, no por el dinero, el trato o el horario, afecta tanto la manera de tocar, la forma de soltarse, la forma de expresarse musicalmente, el silencio es la música tanto como el sonido, pero hay silencios en la música que no pueden permitirse. Estilísticamente es donde más sufre un músico, en mi posición, de bajista, se cometen tremendos abusos en la música, en ciertos géneros, ciertas canciones, ciertos acompañantes, es un instrumento maltratado estilísticamente y desaprovechado. No es la situación de escalar peldaños de protagonismo, la pura libertad que deja fluir las notas a una rivera, beber de ellas, asimilar el placer que provoca su sed una y otra vez. La música no está en el instrumento, nunca lo está, un estado o alguna posición para el mismo, el que ejecuto, no suelo relajarlo, es un instrumento precioso en tantos ángulos, las posibilidades, el timbre, el carácter tan amplio y determinante, saldrá adelante a pesar de los impedimentos que se ponen frente a mi, por cosas menos importantes...

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