He vuelto, como miles de veces cuando regreso de no escribir en mucho tiempo. No es casualidad, a veces me cuesta trabajo escribir estas entradas si no lo hago desde casa, talvez es por el íntimo -aunque sea en pequeña medida- pesar al escribir esto, también lleno de pequeñas buenas nuevas. El llegar aquí me dejó sin mi lap, lo que implica que la web, está tan lejos y cerca a la vez como para compartir tantas cosas. Llegó de pronto un virus que barrió las ciudades y cerró los lugares. Viajé a Ixtapan a pensar y reflexionar mucho, discutir algunas cosas y llenar la batería de nuevo ya que al regreso sabía que la tormenta lucharía ferazmente en mi contra. La banda es una amante caprichosa y muy pesada y cuesta trabajo llevarla a cabo y justo ese dia que iba a componer con el equipo (un dia después de Ixtapan) falló algo de mi bajo que implicaba una talvez costosa y antiestética reparación, cosa de la cual salió avante, funcional y con esa estética que distingue a esa nena que tanto amo. También como el virus estaba a tope en las inscripciones en Martell no metí materias este bimestre, en general no ando muriendo, ya que me siento descansado de los viajes a la capital y un poco mas acostumbrado a la ligera pueblerina vibra de Metepec ya que he ido de dia y me he topado con sorpresas curiosas. También ha estado en reencuentros, creo que hay cosas dentro de ellos que hacen el romanticismo se desempolva un poco y ese escepticismo puede descansar un poco, ya carga con mucho peso.
Al menos puedo comentar que ya habrán muchas mas noticias respecto a todo esto, fírmenle. Ah y salí de la portería unos cuantos partidos y ya anoté gol con el equipo, se siente delicioso en la liga.
Hoy el proceso es volver a ver al cielo con esperanza, hay mucho que se lleva como peso pero el precio a pagar es alto pero vale la pena...
PAz
