El torneo terminó para los Diablos Rojos de Toluca. Que bueno diría yo. Han sido tremendos golpes para una afición que de por sí no es tan tolerante ni tan fiel, lo último que necesitaba era que se cumplieran dos torneos y a la liguilla no se llegara. Una de las peores cosas para empezar es que los partidos en casa habían resultado un desastre, 6-1, 4-4 y otros empates más, cruel, despiadado y sínico un equipo que por tradición ha sido ordenado y disciplinado. Toluca no mostró seriedad en realidad este torneo, la lucha, los ánimos, la concentración no fueron factores que marcaron las pautas durante un torneo que a pesar de las tremendas facilidades que se otorgan los equipo para jugar la liguilla, cerca estuvo Toluca de lograr una clasificación entre los equipos mediocres de la liga que para la fortuna de lo poco bueno que queda del futbol mexicano, Toluca no consiguió. Siendo así no se trata que desee mala suerte o ánimos a un equipo que quiero mucho y sigo hasta lo último, tampoco uno puede desear un campeonato logrado entre la mediocridad mal juego, ¿qué clase de mérito tendría?
Ahora espero que se llegue a una reestructuración del equipo y se evalúe el trabajo de Lugo y algunos jugadores, todo encaminado para lo mejor en sus carreras y principalmente para el equipo, que en mi opinión Lugo no tiene más lugar y le deseo la mejor suerte del mundo.
Ojalá Toluca retome las condiciones que lo han hecho ganador, un buen equipo, disciplina, orden, humildad, entrega, estrategia.
Se critica fuertemente a la afición del equipo, pero hay muchos como yo con apoyo incondicional, vamos Diablos!
Y muchísimas felicidades al futuro campeón.
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