Caray, ser aficionado siempre es un auténtico duelo. Apoyar a un equipo desde lazo familia y convicción, desde un principio de llevar recuerdos de un estadio vacío, con pocas caras y muchas largas, algunas sonrientes y no iban de rojo. Creo que sabía que algo de jazz calmaría los nervios, Steve Grossman, buen disco, intenso pero sutil, va pasando ligeramente al buen groove que tiene su bajista, un piano muy expandido, batería dramática pero rítmica libremente, eso definitivamente el sax tiene mucho que decir. Hoy que de nuevo uno va a ver la derrota es sumamente complicado, entristece, uno sabe que no es el fin del mundo, pero ¿qué buen aficionado no carga con esto después de una derrota? Me considero un buen aficionado a pesar de perder la cabeza en ocasiones, no ha sido grave a fin de cuentas y cada vez me veo con mejores maneras y ánimos para el equipo y los rivales. Y todo el tiempo sabiendo que en realidad amas a tu equipo pase lo que pase. Aún con los errores, Toluca va entregado y creo que la afición necesita integrarse más. Lo bueno del jazz es que hay tanto y tan diverso que hay para cualquier ocasión, ha sido un buen día.
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