Las tormentas llegaron de maneras distintas e inesperadas, tan inesperada como la naturaleza en sí, inesperados los sucesos/esperados sucesos, de la misma realidad que uno llega a imaginarse, los mismos males de distintas voces, los mismos desastres en distintos flancos. Ya en estos momentos de ansiada paz solo queda la mejor terapia que siempre colabora para estos momentos, algo de música. Al acostarme escuchando All This Time de Sting uno recuerda rotundamente las cosas que ayudan y a las que uno recurre. Siendo ayer un día muy gris rebasando al jueves por mucho ahora hay nuevas cosas que hacer y que pensar y escuchando a Bela Fleck el momento es mucho más sencillo, hace falta ver lo que vendrá. Ya hoy con las pilas más repuestas es día para trabajar y finalizar lo laboral en cuanto el último acorde caiga ya que no encuentro en mi disposición para más trabajo que no sea el tocado, creo que es tiempo de cerrar ciclos de guerras que no quiero pelear. Ahora lo más importante es crecer en la música y disfrutarla a todo lo que da, con todo lo que tiene que ofrecer y todo lo que uno tiene que ofrecer. Las heridas al sanar renuevan y endurecen, pero hoy es solo día de renovar algunas cosas y endurecer otras, no todas por igual.
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