.::Time Up::.

De pronto se ahogaron las horas, los minutos y los segundos y junto con ellos cierta creencia que no podía ser defendida más tiempo, tan inútil, tan utópica. Era un suspiro que nunca existió y era simplemente esa percepción que suele traicionar lo profundo de nuestras ideas, pensamientos, creencias o sacan a relucir esa obscuridad que habita en la mente y los corazones del hombre. Se ocultan tras los miedos las ansias de respirar y se llenan de pesas los párpados para no mirar lo que en la nariz se posa. Entre lo que crees y lo que es, entre lo que debería ser y lo que será y entre lo que se concibe como una idea y una roca, palpable y contundente. Pero el proceso expulsar la mirada de mis cuencas solo es cuestión de repasar las lecciones de fe que han mantenido mi sistema funcionando, creativo y amigable, no dejando pasar el viento solo de lado sino llevarlo de la mano conmigo, cómo el suspiro que sí existió, la vida se consume como alcohol al fuego mirando solo al suelo al caminar para no tropezar y más cuando el temor evita las preciadas lecciones que al levantarse, después de caer revisten de experiencia las heridas y las cura de conocimiento y natural empirismo, sin dejar a un lado el atrevimiento de ver la vida a los ojos, permitirse llorar y valorar la tristeza como parte de tu sangre, como parte de la sonrisa...