Soñar con ese amable Führer
que deseaba sonar en su reunión
música que era ajena a Wagner
él capaz de arrancarme
el alma de extrañar a quien iba a partir,
de las lágrimas amargas se marchaba
el monstruo más que tierno preguntó
por un futuro y yo mentí,
porque tierno hasta el final
ese monstruo führer no era,
quien yo creía que era
ese fürer no arderá
en el infierno de mis sueños...